El sistema circulatorio es el encargado del transporte de la sangre dónde se llena con oxígeno todas las células, nutrientes y se depuran los desechos que quedan de los procesos metabólicos.
Está compuesto principalmente por el corazón y los vasos sanguíneos, quienes son el que bombea la sangre y el que la transporta respectivamente. Los vasos sanguíneos son parecidos a tuberías que permiten el transporte de la sangre.
La sangre en el sistema circulatorio
La sangre del humano está formada por un tipo de líquido que se llama plasma, que representa el 55% de la misma, de la cual de ella el 90% es agua y el otro 10% corresponde a sales, hormonas, proteínas, glucosa, fibrinógeno qué produce la formación de coágulos, entre otros.
Dentro de las funciones de la sangre se encuentra la homeostasis y la regulación de la temperatura del cuerpo, ya que la sangre transporta el calor que produce las actividades musculares, la sangre generalmente se encuentra a 38°C a diferencia de la mayor parte del cuerpo que se encuentra a 37°C.
Tipos de células sanguíneas
Dentro de las células que hacen parte de la sangre se encuentra los glóbulos rojos o eritrocitos, que transportan el oxigeno, los glóbulos blancos o leucocitos que defienden el cuerpo de las infecciones y depuran sustancias dañinas.
Los glóbulos blancos se dividen en granulocitos que tienen formas irregulares, como los neutrófilos, eosinófilos y basófilos, y la otra familia de glóbulos blancos es los agranulocitos del que corresponden los linfocitos y monocitos que tienen citoplasma liso.