Desde los inicios de las primeras civilizaciones siempre ha existido ese grandísimo miedo a la oscuridad, antes resultaba algo totalmente imposible salir en las noches, lo mejor era quedarse en casa junto a la chimenea. Pero con la llegada de la industrialización todo esto cambio, se tuvieron que emplear nuevas y experimentadas técnicas de iluminación, se empezó con las ya existentes lámparas de queroseno o las velas de cera. Conforme fueron pasando los años y con la llegada de la electricidad se fueron creando inventos como la bombilla que dispararon el mercado mundial.
Con esto surgieron un gran cantidad de problemas, cada vez el consumo era mayor, disparándose más del doble por cada año que pasaba. La demanda es aun mayor de la de la electricidad que podemos generar actualmente, con la invención y comercialización de las bombillas LED se permite ahorrar en un hogar que use este tipo de iluminación un 80% del consumo.
Las luces LED permiten un ahorro eléctrico tan alto gracias a su tecnología, cuando la electricidad pasa a través del diodo LED los electrones se mueven de tal manera que se presenta la liberación de fotones que es la luz además gracias a que este diodo está montado en un chip reflector solido permite que la durabilidad sea mucho mayor, cosa que no es posible con los tan frágiles bombillas incandescentes que se fracturan con sencillos golpes.
Dependiendo de los materiales con los que están fabricadas las distintas luces LED el ahorro energético puede variar entre los 7 y 10 w.