En lo que respecta al campo de la tecnología, existe una tendencia a que se formen mitos con cierta regularidad. En ese orden de ideas, vamos a hablar de una idea que se ha extendido, en torno a que meter la batería de un teléfono en el congelador puede ser útil para repararla o mejorar su funcionamiento.
Por supuesto, si lo pienses en detalle desde el inicio, no suena a un proceso que en realidad sea eficaz. De igual manera y con el ánimo de resolver tus dudas, te proponemos continúes con tu lectura.
¿Cómo se creó este mito?
La idea respecto a quien las pilas alcalinas al ser sometidas a una temperatura más baja de lo normal se ha mantenido con el tiempo hasta llegar a las baterías actuales.
Cuidado con la temperatura
Claro, las baterías son muy sensibles a las temperaturas altas, es decir si están expuestas a una temperatura muy alta, se van a ir degradando e incluso pueden explotar.
- Cuando una batería se encuentra entre los 35 y 45 °C su durabilidad y rendimiento mermará.
- En lo que se refiere al frío, si la temperatura está por debajo de los 15 °C el rendimiento sí mejorara, pero en realidad no de forma tan agresiva como la temperatura alta.
En conclusión, si metes una batería en el congelador no es beneficioso, incluso se puede decir que es peligroso, ya que se la somete a unas condiciones para las que no fue diseñada.