Los teléfonos inteligentes se han convertido en una poderosa herramienta que facilita bastante las cosas para la vida y el trabajo del ser humano, sin embargo, su uso excesivo poco a poco a desembocado en un problema social que ahora abarca también el ámbito de la salud. Es así como es posible hablar de un síndrome llamado nomofobia, del cual se desprenden los efectos de la adicción a los smartphones .
Conocida como la nueva enfermedad del siglo XXI, la nomofobia se traduce en dependencia del teléfono móvil, algo que hace que la persona presente síntomas tales como pensamientos obsesivos, episodios de ansiedad, taquicardias, dolor de estómago y de cabeza entre otros.
Grandes efectos de ser adicto a los smartphones
Además de la carencia en habilidades sociales tan propia de una persona con nomofobia, si no existe de por medio la debida orientación para su control lo más probable es que se presenten algunas de las siguientes consecuencias.
- Problemas en la visión: el gran esfuerzo de los ojos para adaptarse a las pequeñas pantallas lleva a que paulatinamente se manifieste fatiga visual, sequedad en los ojos y muchos dolores de cabeza.
- Molestias en los dedos y tendones: sentir hormigueos, calambres en los dedos y adormecimiento en los dedos anular y meñique hacen parte de estas consecuencias, no podríamos olvidarnos de exponerse a presentar problemas de túnel carpiano.
- Postura encorvada: la tensión tanto en el cuello como en la espalda es algo propio del uso excesivo de estos dispositivos.
- Baja autoestima: estas personas pierden la habilidad para resolver conflictos y por lo mismo se vuelven inseguros.