No todos los avances científicos de los cuales disfrutamos en la actualidad han sido logrados intencionalmente y prueba de ello son esas coincidencias afortunadas que han conducido a dar solución a distintas necesidades. Partiendo de lo anterior, la noticia del hallazgo de la enzima mutante que como plástico se suma a esta serie de eventos que aunque no son más que casualidad definitivamente tienen mucho para aportar.
Ante lo revolucionario que resulta este descubrimiento para el bienestar del medio ambiente, esto sin duda podría hacer parte del plan de contingencia para que el planeta consiga darle el manejo adecuado a la inagotable cantidad de acumulación de plástico existente.
¿Deshacerse para siempre del plástico?
Todo empezó en el año 2016 cuando en un basurero de Japón un grupo de científicos identificaron la presencia de una bacteria que de manera natural había evolucionado y se dedicaba a devorar el plástico que se encontraba a su alrededor. Se trataba de la ideonella sakaiensis la cual utiliza una enzima que estimula la degradación del polietileno tereftalato, mejor conocido como PET.
Tras lo anterior, científicos estadounidenses le contaron al mundo que mientras se encontraban investigando dicha bacteria, por casualidad la sometieron a rayos X con una intensidad 10 mil millones de veces mayor que la normal, lo cual, de forma completamente accidental, dio paso a que dicha bacteria mutara y se transforma en la enzima de la que ahora todos hablan.
Un 20% más eficiente, esta estupenda enzima aseguraría que el plástico regrese a la naturaleza en cuestión de días y no de siglos.