Bastante conocido y por lo mismo de consumo elevado, el metamizol es un fármaco no esteroide que se utiliza como analgésico, antipirético y espasmolítico, de ahí que a nivel comercial se encuentre en presentaciones distintas que incluyen comprimidos, supositorios, jarabes y soluciones inyectables y, asimismo, su nombre pueda variar siendo los más representativos, dipirona y nolotil.
Puesto que el metamizol sódico puede tener cambios en su principio activo, es posible encontrarse también, con el metamizol magnésico, siendo esto en lo que se centrará esta entrega, ya que para muchas personas no es algo totalmente claro el poder establecer la diferencia entre ambos y en consecuencia identificar sus usos y contraindicaciones.
El metamizol sódico y el metamizol magnésico
Perteneciente al grupo de medicamentos denominados derivados pirazolónicos, la diferencia entre metamizol sódico y metamizol magnésico, se encuentra en la composición molecular, pues mientras que el primero dispone de una molécula de sodio el segundo revela una de magnesio, sin embargo, la acción de ambos es la misma.
Bastante soluble en agua, lo cierto es que su mecanismo de acción no ha sido investigado a profundidad, pero se estima que sus alcances se concentran en el sistema nervioso central y periférico
La historia de este fármaco como ahora lo conocemos, inicia en Alemania en 1922, siendo un inhibidor no selectivo de la ciclo-oxigenasa, por otra parte, su acción terapéutica se concentra en el manejo del dolor que va de moderado a severo, siendo muy pertinente para los que son de origen postraumático, postquirúrgico, odontológico y tumoral, de igual forma para el tratamiento de cólicos y de estados febriles.
Efectos secundarios del metamizol
Tanto si se trata del metamizol sódico como del magnésico, estamos hablando de un fármaco que lleva muchos años debatiéndose entre las restricciones que han puesto varias naciones sobre su consumo, esto a raíz de informes sobre efectos secundarios trascendentes como, por ejemplo, la agranulocitosis, una enfermedad que afecta los glóbulos blancos de la sangre y por defecto, al sistema inmune.
Entre los efectos adversos frecuentes, sobresalen las molestias gastrointestinales cuando se toma vía oral y las reacciones alérgicas cuando ingresa al organismo por vía intravenosa, aunque es poco frecuente, es posible que puedan darse reacciones cutáneas importantes y bajadas drásticas de la presión arterial.
Aquellos pacientes que padezcan asma bronquial o infecciones crónicas de las vías respiratorias, deben tener sumo cuidado con este fármaco, ya que podría disparar las reacciones negativas.