El universo del cómic es extremadamente inmenso. Por lo tanto, no es de sorprenderse que existan increíbles joyas que acaben relativamente escondidas del público general, pese a que cuenten con una calidad más que sobresaliente. Pues bien, esto es exactamente lo que ocurre con Inmortal Hulk, un cómic que nos lleva a ver una nueva faceta del Hombre Increíble nunca antes imaginada.
El terrorífico Inmortal Hulk
Si bien la historia básica de Hulk siempre ha consistido en una marcada reflexión entre la dualidad del bien y el mal, consciencia e inconsciencia o racionalidad o contra irracionalidad, este concepto siempre ha tenido sus límites. En Inmortal Hulk estos límites se rompen, presentando una versión sumamente más bizarra y obscura del personaje.
Historia
En esta historia, el concepto básico se enmarca en la dualidad del día y la noche. Por un lado podemos ver a un Bruce Banner vulnerable durante el día, mientras que en la noche Inmortal Hulk resucita de entre los muertos como si de un muerto viviente se tratase, convirtiéndose en una bestia despiadada y sin corazón.
A este detalle hay que añadir que ya no se tata del Hulk tonto, sino que Inmortal Hulk sí es capaz de razonar, e incluso de juzgar a las demás personas. Lo que permite decir que, desde cierta perspectiva, estamos hablando de un complejo antihéroe más que una lucha entre un personaje bueno y su lado malvado.