Fue un modelo económico creado en México entre los años de 1952-1970, aunque algunos autores de historia económica lo consideran de 1954-1970, las bases de este modelo radican en buscar la estabilidad para lograr mayor rendimiento económico. Este modelo obtuvo como lograr la estabilidad económica continua. Esto significa mantener la economía libre de topes como inflación, devaluaciones entre otras cosas.
Historia de desarrollo estabilizador
El modelo de desarrollo estabilizador en México son los 15 años que van de la devaluación de 1954 y hasta 1970. El promedio fue de 6,8%, la producción industrial creció 8% y la inflación fue de 2.5 por ciento. Este fue un periodo de oro del capitalismo, las economías desarrolladas crecieron 4% por año.
En esta ocasión México si pudo participar de la bonanza gracias al política económicas internas de esa época, estos pueden servir de inspiración a políticas económicas internas de esa época, que podían servir de motivación políticas actuales que sirvan para que la economía del país logre crecer, después de décadas de estancamiento.
Un documento excelente para conocer sobre esa época es el testimonio llamado: reflexiones de una época, que publico Antonio Ortiz Mena en el FCE en 1998. Reseñas excelentes que agregan la visión de los autores sobre lo que sucedió en esa etapa son las que publicaron Eduardo Turrent en el trimestre económico y Carlos Tello en la revista de la UNAM económica informa.
El plan que elaboro Ortiz Mena para el presidente electo, López Mateos, tenía la finalidad de resolver los problemas de alta inflación y la caída de la demanda de los productos mexicanos, una vez concluida la segunda guerra mundial.
Este programa pretendía incrementar el ingreso de campesinos y obreros, diversificar las actividades productivas del país, promover la industrialización, incrementar la productividad, estabilizar el tipo de cambio, generar nuevas fuentes de financiamiento para las empresas y garantizar la estabilidad interna.
Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a la exportación y creció espectacularmente, sobre todo en la producción de henequén, cacao, café y etc. Se favoreció la llegada e inversión de capital extranjero. El estado no intervenía en los conflictos obreros, dejando libertad de acción a los patronos. En esta época se pagaban salarios muy bajos, lo que evitaba la llegada de inmigrantes y favorecía el empleo de mano de obra nacional y una alta rentabilidad. Y con ese capital extranjero se financiaba el programa de progreso, la construcción y expansión de la red de ferrocarriles concedidos a las compañías extranjeras y el desarrollo de la minería de plata.