Gracias a los avances de la cultura omelca, económicos y sociales; la ciudadanía comenzó a buscar ideas para compensar las faltas nutricionales, mediante las comercializaciones e intercambios, iniciándose en la producción de nuevas plantas, frutos y vegetales.
Ha podido conocerse que las viviendas de esta cultura poseen características propias de la época prehispánica y estas se diferencian de las estructuras públicas por sus materiales para actividades caseras tales como fogones y enseres para preparación de alimentos.
Existen registros de las unidades domésticas de los omelcas y ha podido conocerse que aquellas del trópico húmedo sufrieron en sus épocas severos daños a consecuencia de las precipitaciones, el viento y los insectos que afectaban principalmente la madera, los techos de palma y las paredes de lodo. Todo ello promovía la necesidad de arreglos y reparaciones frecuentes.
La vestimenta de esta cultura se caracteriza por su pulcritud, cuidado y atención que especialmente se dedicaba a la realización y pigmentación con colores frescos. Su población de las más desarrolladas del período preclásico Medio y no se conoce a ciencia cierta quienes fueron sus predecesores.
Se trato de una cultura fundadora de las etnias precolombinas que habitaron las tierras bajas del centro sur de México. El término Omelca proviene de la lengua indígena Nahuatl y significa personas de hule y se caracterizaron por haber tallado cabezas de piedra monumentales descubiertas en distintos yacimientos arqueológicos.
Quienes formaban parte de esta cultura admiraban y veneraban al jaguar que se encuentra representado en varias de las oceanografías omelcas. Sus colmillos solían ser de gran tamaño y su cráneo sumido. Se desconoce específicamente que tipo de dios o deidad era este animal ya que tuvieron muchos a los cuales rendían pleitesía.
Como en otras culturas posteriores, el tema de las creencias religiosas se considera un poco complejo por la falta de argumentos y explicaciones de muchos de sus preceptos. Estaban gobernados por sacerdotes y tenían la costumbre de realizar ofrendas masivas y cultos a deidades de la fertilidad, con el uso de piedras alargadas y pulidas que depositaban en pozos.
Los hombres hacían uso de tapa rabos, capas, conchas y brazaletes. Por su parte las mujeres llevaban faldas ajustadas por cinturones y una especie de casco, turbante o tocado acompañado de mascaras. Conocían varios instrumentos musicales y jugaban pelota al aire libre.