Que seamos genuinos puede tener una importancia inestimable en nuestras vidas. ¿Pero por qué? Bueno, para empezar hay que decir que cuando somos genuinos por decisión propia estamos decidiendo encaminar nuestros pasos para convertirnos en la persona que somos realmente.
Se trata de una acción valiente, que requiere de nos armemos del valor suficiente para poder dejar atrás creencias, lugares, sueños e incluso relaciones, entre otras cosas, para rescatar algunas otras que podrían sernos a la larga de mayor valor.
Encaminar nuestros pasos hacia la dirección que nos haga felices, requiere un esfuerzo que no todas las personas están dispuestas a pagar, pero es necesario. Ya que siempre será algo que depende única y exclusivamente de nuestra responsabilidad, que nadie podrá hacer por nosotros.
Las dificultades que conlleva que seamos genuinos
A la hora de ser genuinos, es inevitable que acabemos exponiendo nuestra opinión propia a terceras personas. Esto a su vez implica que tengamos que enfrentarnos con una diversidad de filtros que van de la mano con nuestra estructura de apoyo social. Lo que no hace más que complicar la tarea.
Filtros
Por un lado tenemos a nuestro círculo más íntimo, es decir, aquellas personas con las que somos capaces de intimar y que probablemente nos han visto crecer. Son quienes mejor nos conocen.
Pero también se encuentra el círculo profesional, el cual está conformado por aquellas personas que contribuyen a reafirmar nuestro desempeño profesional.