Todo en nuestra vida es cultura, desde nacer en un hospital (lo más normal del mundo) hasta cepillar nuestros dientes (lo más básico del mundo). El hecho de vestirnos, de ir a la escuela, las buenas costumbres (que nosotros consideramos buenas), la forma de peinarnos, o dormir, nuestro lenguaje corporal y verbal; absolutamente todo es cultura.
Desde el principio de los tiempos, las distintas civilizaciones “Llamadas culturas”, han evolucionado al ritmo que les ha sido posible, o que han creído mejor, esto ha conllevado a cambios constantes en todos los aspectos de la vida humana; podríamos listar en orden cronológico y dividir por áreas específicas como ha evolucionado el ser humano en cada rincón del planeta, hasta los que creemos que no han evolucionado. Definitivamente han cambiado y han hecho adaptaciones necesarias, voluntarias e involuntarias para seguir caminando en este planeta.
Nadie Puede Llamarse “Un ser sin Cultura”
Por lo antes expuesto, podemos decir que la cultura sirve para definirnos, incluso rige la personalidad, rige el futuro de un niño; el tipo de cultura en la que eres concebido y naces predestina lo que serás cuando crezcas. Claro que puedes cambiar o practicar la cultura que desees, para eso es el libre albedrío, pero asegúrate (si eso quieres) que el camino que tomes sea algo bueno y positivo; porque definitivamente hará un impacto en las generaciones que vendrán después de ti, en los que te rodean, en los que reciban de ti una enseñanza o una palabra de acción (efecto mariposa). Si tú, aquí y ahora, enseñas a una persona a perdonar, puede que en 50 años algunas generaciones más tarde, ese consejo sea el responsable de la creación de una iglesia (por ejemplo) o sea responsable de la salvación de la vida de alguien, piénsalo.