A partir de un estudio elaborado por la Sociedad Zoologica de Londres, se ha podido aclarar varias conductas del tiranosaurio rex, especialmente aquellas que tienen que ver con su alimentación ya que predominaba la idea de que era carroñero, lo cierto es que gracias a un modelo ecológico basado en las relaciones de los depredadores en la zona del Parque Nacional de Serengeti se llegó a la conclusión de que realmente era un gran depredador.
Así pues, tomando como base su morfología, la alimentación del tinosaurio rex no contemplaba en ningún momento la conducta carroñera, que es lo que se pensaba, por el contrario, este espécimen tal y como cualquier otro depredador se tomaba el trabajo de cazar a sus presas.
El tiranosaurio rex, un gran depredador
Considerando que el tyrannosaurus rex disponía de extremidades muy cortas, esta era una de las razones principales por las cuales se mantenía bajo la etiqueta de carroñero, pues se argumentaba que estas no le eran de ayuda para agarrar a sus presas, sin embargo, los participantes de este estudio encontraron como conclusión que este dinosaurio estaba en toda la capacidad de recorrer grandes distancias en busca de atrapar su alimento.
Se sabe también que un ejemplar adulto podía morder con una fuerza de hasta 5.800 kilos, así que este potencial le era más que suficiente para desgarrar y romper en medio de la cacería. Como dato adicional, se ha estimado que para cubrir sus necesidades diarias requería por lo menos de devorar de media unos 150 kilos de carne diarios.