Desde su rol como el planeta más grande del Sistema Solar, Júpiter siempre se ha distinguido por despertar gran interés entre la comunidad científica pues lo cierto es que este gigante gaseoso dispone de una serie de características que se salen bastante de lo común tal y como sus muy nombradas tormentas eléctricas, las cuales corresponden a fenómenos atmosféricos de hasta 40.000 kilómetros de largo por 12.000 de ancho.
Si por algo se distinguen las tormentas eléctricas de Júpiter es por tomar la forma de un descomunal vórtice rojo y esta es la explicación de la razón por la que muchos se refieren a ella simplemente como la gran mancha roja.
Júpiter y sus tormentas eléctricas
Al ser un planeta netamente gaseoso, no existe una superficie sólida bajo su atmósfera y este es el principio fundamental por el cual dicha tormenta a pesar de los muchos años que lleva latente no ha conseguido disiparse, se estima que ya van más de 200 años en actividad.
Los estudios se encuentran enfocados entonces a entender a plenitud cómo es Júpiter por dentro ya que solo de esta manera se podría dimensionar la razón por la que esta tormenta o mancha roja permanece incorporando vientos que soplan hasta más de 600 kilómetros pro hora.
Si bien esta mancha roja se encuentra disminuyendo en tamaño, no existe una explicación debidamente fundamentada de la causa, de manera que las observaciones continúan a la espera de obtener mayores detalles sobre este particular planeta que tanto ha inquietado con el pasar de los años.