La hepatitis B se trata de una enfermedad producida por un patógeno externo, complejo, pero sobre todo letal, hoy en día causa la muerte de muchas personas, aproximadamente un millón de personas al año y aunque pocos lo saben es posible que haya estado matando durante mucho más tiempo del que se piensa.
A pesar de que se tiene muy poca información sobre su origen e historia evolutiva, hallazgos recientes confirman la posibilidad de que el virus haya existido en los humanos durante muchos siglos atrás. Un grupo de científicos se dedicó a secuenciar el genoma completo de una cepa muy antigua del virus de la Hepatitis B en los restos momificados de un niño que fue enterrado en la Basílica de San Doménico Maggiore en Nápoles, Italia.
Para ello utilizaron técnicas avanzadas de secuenciación y se pudo descubrir que los niños infectados con Hepatitis B desarrollaron una erupción en su rostro, que se conoció como síndrome de Gianotti-Crosti y que en épocas pasadas se confundió con viruela.
Aunque la Hepatitis B ya existía en el siglo XVI, ha sufrido muy pocos cambios a lo largo de 450 años y se ha vuelto mucho más complejo, para extraer esas muestras utilizaron pequeñas muestras de tejidos y huesos, a través de lo cual, los científicos pudieron extraer diminutas muestras de ADN y así unir piezas de información genética para crear una imagen completa de los síntomas de la enfermedad.
Los investigadores sugirieron que esta cepa antigua de la Hepatitis B afecta de la misma manera como lo hacía siglos atrás e incluso en su evolución se ha hecho más dañina.