Todos sabemos que existen diversos tipos de plásticos, los derivados del petróleo son los más comunes. Aun así, estos son increíblemente contaminantes y no se degradan fácilmente con la naturaleza. Diversos científicos alrededor del mundo han estudiado la creación de plásticos biodegradables hechos a base de residuos orgánicos. Vamos a ver de qué se trata:
Plásticos orgánicos para el medio ambiente
Los plásticos biodegradables están hechos con materia prima orgánica, estamos hablando de plátanos, yuca, celulosa, legumbres y muchas más. Estas permiten ser desechados como residuo ya que se descomponen en un lapso de tiempo increíblemente corto.
La norma europea UNE 13432 dice muy claramente los requisitos que deben tener los materiales para considerarse biodegradables. En ella se dice que, un material es biodegradable cuando se descompone en un lapso no mayor a los 6 meses. En la actualidad se hace muy difícil vivir sin plástico, puesto que casi todo lo que utilizamos está compuesto por esta sustancia.
¿Cómo es su producción?
El plástico biodegradable mayoritariamente se fabrica de almidón, este polímero se obtiene del maíz o del trigo. Luego, varios microorganismos lo transforman de forma natural en moléculas de ácido láctico que sirve para como precursor de las cadenas de ácido polilactico. Cuando ya las cadenas son lo suficientemente grandes, se empiezan a generar láminas de plástico biodegradable que funcionan igual que los plásticos convencionales.
Tienen la ventaja de ser biodegradables lo que supone una reducción de contaminante después de su utilización. Aunque aún está lejos de sustituir los materiales convencionales, es una opción a tener en cuenta en el futuro.