El sentimiento como productor de la lógica

Los sentimientos son un estado de ánimo clave para el ser humano, puesto que en él se hace disposición sobre una cosa,  incluso ha llegado a ser tan esencial que nos ayuda en las decisiones, a cómo hacer las cosas y que es lo correcto para el pensamiento particular.

Una idea clara sobre esto es cuando tenemos la intención de comprar un producto, a veces decimos “Siento algo que no se encuentra bien” y por esto no lo llegamos a comprar. Pero, ¿Por qué decimos esto?, y lo más importante ¿Por qué utilizamos el verbo, sentir?

Bueno es ideal aclarar que el cerebro tiene un principio en la toma de decisiones, este no controla el lenguaje, pero maneja nuestro subconsciente para decir cosas en cadena y lo mejor que podremos elaborar para darle respuesta es un “Siento que algo no está bien”, aunque parezca fuera de base los seres humanos no compramos productor por lógica, sino por sentimiento.

Influencia de la toma de decisiones respecto a los sentimientos

En efecto de lo ya mencionado no es difícil decir que los sentimientos se encuentran encargados de todos nuestros pensamientos racionales y su lenguaje es el “Neo cortes”, pero en cambio nuestro cerebro límbico es el encargado de nuestros sentimientos y creencias. A su vez es este el que toma las decisiones. Incluso expertos en economía dicen que el objetivo no es venderle a la gente lo que uno tiene, si no es venderle a la gente que comparte nuestras creencias, el objetivo del mismo tampoco es contratar multitud de gente que le haga falta o necesite un empleo, porque entonces ellos van a trabajar simplemente por tú dinero. El verdadero objetivo es contratar gente que comparte nuestras creencias y desde este punto van a comenzar a trabajar poniendo ganas porque es su sentimiento, se vuelve efectivo cuando nos ayuda en las decisiones.

Como sabremos entonces si nuestros sentimientos tienen la razón

Seguramente todo este tema no te suene extraño pues ¿No te has arrepentido de una decisión en un específico estado emocional? Desde luego te darías cuenta que eres más propenso a correr grandes riesgos cuando te sientes en un ánimo estable como estar feliz a un estado no tan seguro como estar triste y sin ánimos, de igual formas tomar decisiones cuando nos encontramos enfadados sería algo muy inútil pues nuestros pensamientos se aceleran y hacen cosas que en otro estado de nervio no fueran ocurrido. Además, cuando ocurren estos conflictos no somos conscientes tus decisiones te manipulan  en “ayuda” a su vez la causas de la odinofagia.

Del mismo modo alguna vez te ha pasado que juzgas a alguna persona sin conocerla o por su primera impresión. A través de nuestro afecto heurístico que se define como el efecto que surge mientras juzgamos los beneficios o riesgos que podría acarrear una decisión. Desde este mismo orden están nuestros pensamientos positivos o negativos que asociamos cuando nos pase algo que tenga un estímulo. Sería un equivalente a actuar como lo dicte tú conciencia. Investigadores han demostrado que si tus sentimientos son positivos, entonces es probable que juzgues de buena manera, mientras que si el sentimiento hacía una actividad es negativa sobreestimarán riesgos y no se tendrán beneficios.

 

 

 

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