Muchas veces la incógnita respecto a cómo saber si estoy embarazada surge gracias a una serie de cambios que hacen pensar en que definitivamente es necesario contemplar esta posibilidad y es que el cuerpo femenino ciertamente consigue manifestar una buena serie de pistas que se van transformando en señales de advertencia sobre el posible inicio de una gestación.
Tanto si se trata de un embarazo precoz como de una maternidad debidamente planeada, casi siempre las mujeres suelen manifestar una gran curiosidad sobre la forma más exacta para identificar que realmente han ingresado en esta etapa, esto por supuesto con la intención de acompañar pertinentemente con los denominados cuidados prenatales y ajustar su plan de vida entorno a la llegada de ese nuevo ser.
Los síntomas tempranos de la gestación
Generalmente solo hasta tres semanas después de la fecundación es que estos síntomas empiezan a dejarse ver, lo particular del caso es que se trata de una sintomatologia muy similar con aquello que se genera en el cuerpo durante los días previos a la menstruación, por lo que sin lugar a dudas los exámenes médicos siempre serán la mayor carta de garantía.
- Debido a las alteraciones constantes del útero se experimentan cólicos, dolores abdominales e hinchazón.
- Los senos cambian de apariencia, aumentan de tamaño y se vuelven más sensibles al tacto.
- Es común que se presenten pequeños sangrados o que la menstruación se retrase.
- Se presentan estados de cansancio, fatiga y sueño excesivo debido a las alteraciones hormonales.
- Puede ser que se manifieste aversión a ciertos olores o alimentos.
Cabe resaltar que estamos haciendo referencia a los primeros signos del embarazo, los cuales van ganando intensidad y van siendo seguidos por otros nuevos a medida que se vayan acumulando las semanas. Es por esto que resulta tan sencillo que se confundan o que sean pasados por alto ya que regularmente se trata de situaciones que varían de mujer a mujer y que no siguen un patrón como tal.
Las adolescentes embarazadas por supuesto que también experimentan lo anteriormente descrito, pero gracias a que hay una mayor cantidad de hormonas desbordadas pueden vivirlo con mayor intensidad. Adicionalmente no podríamos olvidarnos de las modificaciones en el aspecto emocional pues tanto en una edad temprana como en una madura por regla general este suele verse afectado y desembocar tanto en cambios de humor como en llanto frecuente, angustia, apatía, pasividad, estrés e incluso depresión.