A veces nos sentimos motivados por alguna razón y decidimos que desde ese momento las cosas serán diferentes. Empezaremos la dieta, volveremos a estudiar o iniciaremos una rutina de ejercicios. Pero como en todo, antes de comenzar es necesario hacerse algunas preguntas para descubrir a dónde queremos ir realmente y no perdernos en el camino por no tener un objetivo claro.
1. ¿Qué es lo que quiero conseguir?
Si tienes sobrepeso seguramente estarás buscando adelgazar y si estás muy delgado querrás desarrollar los músculos. Según cuál sea tu objetivo los pasos a realizar serán unos u otros, por lo que es muy importante tenerlo claro desde el primer momento.
2. ¿Qué tipo de ejercicio quiero hacer?
Ten en cuenta que lo más importante es que disfrutes haciéndolo. Si te aburre la máquina de correr, no conseguirás establecer una rutina el tiempo suficiente como para notar resultados. El ejercicio que realices te tiene que gustar, ya sea cardio en el gimnasio, pesas en casa, deportes de equipo, etc. También hay que pensar que según cuál sea el objetivo que has marcado en la primera pregunta serán más recomendables algunas actividades físicas u otras. Si no tienes claro lo que más te conviene, pregunta a un especialista para que te asesore, ya que si realizas los ejercicios equivocados el resultado podría acabar siendo el opuesto al esperado.
3. ¿Qué tiempo tengo realmente?
Es común en los momentos de motivación decidir que tenemos mucho más tiempo para realizar ejercicio y planificarlo errónamente. Piensa con la cabeza y recuerda que no siempre estarás tan motivado, además de que tendrás que tener en cuenta el tiempo de desplazamiento hacia el gimnasio, los tiempos muertos, etc. cuando prepares tus rutinas de ejercicios.
4. ¿Podré conseguirlo?
La cuarta y última de las preguntas es una que no puede faltar si quieres que tu plan tenga éxito. A menudo cuando estamos más motivados de lo normal nos ponemos metas que en realidad no somos capaces de cumplir en el tiempo establecido. Por este motivo es esencial, una vez diseñada nuestra rutina de entrenamiento, repasarla y buscarle los puntos débiles para después retocarla si es necesario. De este modo te asegurarás de establecerte objetivos que realmente puedes cumplir y evitarás la frustración que provoca no conseguirlo.
Si te haces estas 4 preguntas antes de comenzar a hacer ejercicio te garantizamos que tus resultados serán mucho mejores y en menos tiempo que si no lo hubieras hecho. A veces sólo es necesario parar un poco y hacer las cosas poco a poco, pero con buena letra.